Esta se trata de una idea audaz e innovadora para hacer más humano el muro fronterizo México-Estados Unidos, mediante una infraestructura social que pretende mejorar la vida en ambos lados del muro. Propuesta que toma las ideas de una realidad existente, haciéndolas evolucionar generando espacios públicos.
Ron Rael, profesor de la Universidad de California, imagina al muro como un lienzo en blanco para idear infraestructura que pueda mejorar la calidad de vida de los habitantes de ambos lados, lo lleva más haya de ser una estructura que solo sirve para dividir, reconfigurando y haciendo de este un centro urbano.
Partiendo de esta idea propone infraestructura útil, servicios sociales e instalaciones recreativas, que van desde una cancha de voleibol, un confesionario, una biblioteca, una ciclo vía, un sistema de captación de agua, una planta de tratamiento de aguas residuales, una planta de energía solar e incluso un comedor donde se pueda pasar la comida desde un lado del muro al otro, a lo largo de las 700 millas de frontera.
A estas ideas llego el observar que en la realidad ya estaban en practica, gente que pasa alimentos y dinero de un lado a otro y sacerdotes que están al pie del muro escuchando confesiones.
Aunque en la realidad esta idea difícilmente pueda pasar del papel a los hechos, es un buen ejemplo de cómo hasta los lugares menos imaginables puede hacerse una intervención arquitectónica y urbana (aunque sea solo en el papel).
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Wow!!! sería estupendo, lastima que la realidad es otra.
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